Vale la pena tener una mascota en casa, ya que los beneficios para los niños son innumerables. La responsabilidad, la compasión, la confianza, la empatía y el respeto son valores y sentimientos que pasan a formar parte de la vida cotidiana de los niños cuando comparten su vida con estas pequeñas criaturas tan especiales³.

Sin embargo, cuando se trata de niños alérgicos, es importante que los padres se preocupen de crear un entorno que no favorezca la proliferación de los alérgenos presentes en los animales de compañía4-6. También es importante tener cuidado cuando se tienen mascotas y cuando los niños entran en contacto con ellas^5-7, además de contar con el apoyo de determinados tratamientos^5-8 cuando sea necesario.   

Todo esto es necesario porque los niños pueden ser alérgicos a las proteínas producidas por el organismo de algunos animales (como perros y gatos) que se almacenan en su saliva, orina y en la "caspa" adherida a su piel⁵.

Lo que ocurre es que estas sustancias alergénicas pueden transferirse al pelo de la mascota y propagarse por el aire, pegándose a la ropa, las alfombras y las almohadas⁵. Otro punto es que los ácaros del polvo y el moho también pueden acumularse en el pelaje, favoreciendo la aparición de alergias⁵. Como ves, la culpa no es sólo de la caspa en sí.   

A continuación, te explicamos cómo evitar esta situación si alguno de tus pequeños es alérgico a las mascotas:

Mejorar la ventilación es una buena táctica para ayudar a mantener bajo control a todos los alérgicos de la casa, incluidos los niños. Abre las ventanas durante el día y deja que circule el aire⁴.

Los suelos "duros", como los de madera y vinilo, son las mejores opciones para tener en una casa con niños alérgicos y mascotas. Este tipo de superficie es más fácil de limpiar para eliminar los alérgenos que transportan las mascotas⁵.

En cambio, las alfombras, si no se limpian adecuadamente, pueden convertirse en el hogar de estas sustancias (ácaros, polvo y proteínas animales que pueden provocar alergias, como hemos explicado), que son un verdadero desencadenante para los alérgicos. Si tienes una alfombra en casa, replantéatelo e incluso sustitúyela si es conveniente⁵.

Si tu hijo es alérgico a las mascotas, lo más seguro es amueblar la casa con artículos que no sean de tela^5,6, ya que los alérgenos de las mascotas tienden a "pegarse" a las alfombras, tapicerías y cortinas de este material⁶.

Sólo tienes que intentar reducir la cantidad de tejidos en la habitación, limpiarlos con frecuencia⁶ y seguir nuestro siguiente consejo.

Otra opción para ahuyentar las alergias a las mascotas y otros tipos, como las alergias al polvo, es cubrir todo lo que sea de tela con fundas o mantas que puedan lavarse semanalmente. Cuando los niños juegan en el suelo, también vale la pena colocar alfombras infantiles (puede ser incluso un tatami japonés) encima del piso de la casa⁵.

Este equipo ayuda a filtrar el aire, reduciendo la carga de alérgenos de los animales domésticos de la casa. Es importante utilizarlo con un filtro HEPA (High Efficiency Particulate Arrestance), que atrapa mejor las partículas nocivas que se dispersan por la habitación⁶.

Con la aprobación del pediatra, esta técnica puede ayudar a aliviar los molestos síntomas de las alergias. Basta con enjuagar la nariz del niño con una solución salina para expulsar la mucosidad concentrada en la nariz, además de librarla de restos de alérgenos⁵. ¡Se acabó la rinitis en los niños!

En caso de alergia a las mascotas o de cualquier otro tipo, es importante acudir al médico. Él responderá a tus preguntas, te recomendará el mejor tratamiento y te dará consejos sobre el comportamiento de niños y adultos alérgicos. Durante la consulta, es posible que recomienden el uso de antihistamínicos para niños para reducir los estornudos, el picor de nariz y ojos y mejorar el moqueo⁵.

Allegra Pediátrico, por ejemplo, mejora los síntomas de la rinitis alérgica y puede utilizarse en niños a partir de los dos años. También es eficaz para controlar la urticaria a partir de los seis meses⁸. El medicamento actúa durante 12 horas y no produce sueño. Está disponible en versiones con vaso o jeringa para facilitar la dosificación de la solución, que tiene sabor a frambuesa⁸.

La inmunoterapia es un tratamiento a largo plazo en el que el alergólogo expone el cuerpo del niño a los factores que desencadenan su alergia⁵. Cuando nada más resulta eficaz para frenar la alergia a los animales domésticos, el especialista puede prescribir esta terapia, que consiste en administrar inyecciones con alérgenos en dosis cada vez más altas, con el objetivo de reducir la sensibilidad del sistema inmunitario del niño⁵.